En su parte positiva, puede indicar el cese de las hostilidades y las peleas continuas, como una cosa buena y positiva y que el interés es más profundo que lo meramente pasional o sensual.

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La conexión entre El Diablo y el invierno aporta un nivel adicional de simbolismo, ya que durante esta estación se nos invita a enfrentar nuestras luchas internas y temores más profundos. Simbólicamente, El Diablo puede representar las cadenas que nos atan en esta época de reflexión, así como la oportunidad de liberarnos de estos lastres a medida que avanzamos hacia la primavera.

Es conveniente no hacer nada extraordinario en el trabajo, ni aplicar cambios ni formas de trabajar, mejor estar en una línea de estabilidad que hacer experimentos.

La inversión de esta carta sugiere que es un momento propicio para la sanación y para establecer límites saludables, lo que a menudo conduce a una mayor satisfacción y armonía en la vida amorosa.

Cuando sale invertida, esta carta representa decepciones amorosas y peleas en el amor. En la salud, representa peligro de contraer enfermedades o de contagio.

Así, el papel de El Diablo se convierte en un espejo que refleja las sombras y las limitaciones internas.

El Diablo y El Sol se completan. Aunque El Diablo es un ser de dos sexos que sujeta una antorcha con la mano izquierda, con dos personajes atados e inactivos, en El Sol se puede decir que vemos de nuevo a los dos personajes, ya libres.

El Sumo, es la primera carta grupal de la baraja. Representa una estructura muy sólida donde aparece una figura central en actitud docente, a cuyos pies Get More Information se arrodillan dos figuras menores en actitud de respetuosa receptiva.

Cuando en una tirada aparece el Papa, la lectura nos invita a tomar conciencia de nuestras creencias, de nuestro conocimiento, de la rectitud y honestidad en nuestro obrar, conectándonos con nuestra integridad o consultando a alguien que sabe mucho más que nosotros como herramienta para poder lograr aquello que nos hemos propuesto. Como consejo: Escucha, conecta con la espiritualidad.

En el ámbito del trabajo y las finanzas, El Diablo puede ofrecer perspectivas interesantes. Esta carta puede reflejar tanto desafíos como oportunidades en estos aspectos de la vida.

Las figuras humanas que aparecen en la carta suelen estar encadenadas al pedestal del Diablo, lo que indica que sus ataduras son más psicológicas que fileísicas. Estas cadenas representan las adicciones y las dependencias que nos mantienen atados a nuestros miedos y materialismo.

Hoy puede encontrarse con grandes problemas con consecuencias duraderas. La posición de la carta pone todo patas arriba, convirtiendo al inocente en culpable y viceversa. Para no perder la cabeza, debe intentar abandonar los actos oscuros con perspectivas poco claras. De lo contrario, es posible que te arrepientas de lo que has hecho.

Hay que ver el contexto de las otras cartas para ver si El Diablo en el amor termina manifestando su parte negativa o positiva.